Náutica, actividad turística promisoria para el Huila

Betania y El Quimbo, el primero ya construido y el segundo en construcción, son dos embalses que se surten con aguas del río Magdalena, creando escenarios propicios para el desarrollo de los deportes náuticos.

José Albeiro Castro Yépez

Consultor en Turismo

Los huilenses nos sentimos orgullosos por el nacimiento del río Magdalena en nuestro territorio, reconocemos su importancia histórica y su contribución al desarrollo socioeconómico de los colombianos en general y de los huilenses en particular. En materia de transporte de carga y pasajeros, los estudios técnicos que ha realizado Cormagdalena afirman que es posible, a partir de Honda, hasta su desembocadura en el mar Caribe; realidad que le crea al Alto Magdalena, lugar donde está situado el Huila, la oportunidad de desarrollar actividades turísticas.

Betania y El Quimbo, el primero ya construido y el segundo en construcción, son dos embalses que se surten con aguas del río Magdalena, creando escenarios propicios para el desarrollo de los deportes náuticos, entre ellos: la motonáutica, entendida esta como una competencia de vehículos acuáticos clasificados de acuerdo a tipos de embarcación y fuerza del motor; el jetsky actividad deportiva que se realiza utilizando un vehículo tipo motocicleta que, al igual que el anterior, se clasifica de acuerdo a su tipología y fuerza; el sky un binomio lancha-deportista, ejercicio donde se califica básicamente la destreza con la que el deportista ejecuta las figuras predeterminadas para la competencia.

La navegación sin motor, también es una actividad que se puede realizar en los embalses, entre ellas: el remo en diferentes modalidades, entre ellas el piragüismo, entendido este como un ejercicio de remo que bien se puede realizar de manera individual o grupal, de acuerdo al tipo de vehículo disponible para el ejercicio. La vela, deporte estacional que depende de la temporada de vientos para su realización. La natación en aguas abiertas, es otra actividad deportiva que en el caso del embalse de Betania, se ha realizado en varias oportunidades y que sirvióde base para la organización del Festival del Agua y los Deportes Náuticos en Yaguará, en el año 1994.

Neiva le apuesta al desarrollo del sky, el jetsky y la motonáutica en el río Magdalena, en el tramo comprendido entre el Puerto de Las Damas y el puente Santander, actividades ya probadas en diferentes eventos de carácter nacional, entre ellos: el Festival del Río Magdalena y la Revista Náutica realizada en el marco de la versión 52 del Reinado Nacional del Bambuco.

Aventura en el  Río Magdalena

El rafting y el kayaking son dos actividades de aventura que bien se pueden practicar en el río Magdalena; la primera encuentra escenarios propicios en los tramos Sombrerillos-Versalles; Maito-La Guaira y Tarqui–La Jagua; de los tres, el primero ha logrado un tímido desarrollo comercial, ligado a la visita que los turistas realizan a la zona arqueológica de San Agustín-Isnos, en las épocas vacacionales previstas en el calendario laboral y escolar de los colombianos; las dos restantes siguen siendo una potencialidad, especialmente para Garzón, como puerto sobre el embalse El Quimbo.

El kayaking encuentra su mejor escenario en el valle de Neiva, comprendido entre El Juncal y Villavieja, trayecto que permite segmentarse de acuerdo a los objetivos de los participantes, que bien pueden ser: recreación o competencias deportivas. En el caso de la recreación, la actividad se combina con observación de aves, pesca e interactuando con el río.

Transporte fluvial, una actividad incipiente

Tradicionalmente, los huilenses han utilizado la balsa y la canoa como vehículos para transportarse por el río Magdalena, sin desconocer que la historia da cuenta de los champanes como medios de transporte de carga y pasajeros entre Neiva y Girardot; en las últimas tres décadas la lancha a motor ha hecho presencia con este mismo propósito.

En materia de navegación recreativa y turística se tiene la referencia histórica de la “Barca de Juan Bustos”, que en su génesis oficiócomo sede social y recreativa de los neivanos, especialmente los fines de semana; el Ferri Momico que opera en Betania, especialmente los fines de semana desde el puerto de Yaguará. Recientemente, la alcaldía de Neiva adquirióLa Magdalena, un vehículo náutico pensado para la navegación recreativa en el entorno del Parque Islas de Aventura y se conoce que la Naviera Yuma estáinteresada en operar desde Neiva hasta Honda y viceversa, un vehículo náutico tipo overcraft, con capacidad para treinta pasajeros.

Educación y Cultura, limitantes al desarrollo náutico

Al auscultar los Planes Educativos Institucionales (PEI), de los colegios que funcionan en los municipios del entorno del río Magdalena, se encuentra que en la asignatura de deporte formativo no se profundiza en natación ni en deportes náuticos, especial situación que aleja a los jóvenes de estas disciplinas deportivas y que por supuesto, no les permite identificar en el río Magdalena o en los embalses de Betania y El Quimbo, escenarios para la práctica de deportes náuticos, y menos aún para identificar en ellos oportunidades para la creación de empresas que atiendan este promisorio segmento de la economía turística.

También se infiere que tanto el departamento como los municipios, son tímidos en el fomento de la cultura del río Magdalena y las actividades náuticas que en él se puedan realizar, con excepción de Yaguará, que organiza anualmente el Festival de Agua y Los Deportes Náuticos; Garzón, que organiza descensos por el río Magdalena, en ocasiones para la época de Semana Santa o para el Reinado de La Alegría; también Neiva inició con el Festival del Río Magdalena, evento que tendrá que fortalecerse para coadyuvar a la formación de la cultura turística y a la consolidación de la apuesta de convertir a Neiva en la Capital del Río Magdalena.

En suma, el departamento del Huila tiene los insumos necesarios para iniciar el proceso de fundamentación en actividades náuticas; se requiere la decisión política para iniciarlo, asícomo el apoyo del sector productivo y el soporte de las instituciones educativas para incorporar la formación en deportes náuticos y acuáticos en los PEI de las instituciones educativas, en todos los eslabones de la cadena formativa.