En 1999, la Organización Mundial del Turismo promulgo la tendencia del hombre contemporáneo de viajar al interior de la tierra, a las profundidades del mar y al espacio perimetral al globo terráqueo.
José Albeiro Castro Yépez
Consultor en Turismo
El espeleoturismo es la actividad que se realiza en las cavidades subterráneas que popularmente se denominan: cuevas, cavernas o grutas, acompañados siempre por un guía experto y amplio conocedor del recinto, desarrollando un guión previamente establecido, que oriente al espeleoturista con información cierta y confiable, enriqueciendo su conocimiento biótico y cultural e interactuando con el ecosistema observando todas las normas de seguridad y conservación del recinto visitado.
Ya en 1999, la Organización Mundial del Turismo promulgo en su reunión ordinaria celebrada en Madrid, España, la tendencia del hombre contemporáneo de viajar al interior de la tierra, a las profundidades del mar y al espacio perimetral al globo terráqueo, con el propósito de conocer nuevos mundos, deseos que hoy son realidad, y cada día resulta más fácil encontrar un plan turístico que colme estas expectativas.
En espeleología se reconocen dos tipos de cuevas: las que a su interior contienen arte rupestre, de las cuales hay vestigios en España, siendo las más famosas las de Altamira, también las hay en Francia, Sudáfrica y Rusia entre otros; la segunda tipología son las que contienen elementos bióticos, tipología en la cual encuadran las situadas en el Huila, en América son famosas las de México, Brasil, Argentina y Chile, entre otras.
El espeleoturismo en el Huila
La Cueva de Los Guacharos, ubicada en jurisdicción del municipio de Acevedo, fue declarada en 1960 como Parque Nacional Natural con el propósito de proteger su ecosistema y en especial al guácharo como un ave en peligro de extinción, pues se había convertido en objetivo de los cazadores para aprovechar su abundante y rica grasa. Hoy el Parque ofrece servicios ecoturisticos de Guianza especializada en los salones denominados Cueva del Indio y Cueva del Hoyo, así como alojamiento y servicio de restaurante, el reporte estima en 2.000 visitantes/año el número de usuarios a este paradisiaco lugar.
En el año 2005 el Ecólogo Luis Gabriel Sánchez Ramírez exploro para la Secretaria Departamental de Cultura y Turismo las cuevas de Santa Clara en Timaná, Caja de Agua en Paicol, Cueva del Tigre en Yaguará y El Fraile en Palermo, estudio que desde el ámbito geográfico, cubre las cuatro regiones en que tradicionalmente se ha subdividido el territorio departamental.
En concepto de Luis Gabriel, las cuatro cuevas reúnen las condiciones mínimas para incorporarlas en los paquetes turísticos que se desarrollen en cada una de las regiones objeto del estudio. Así la de Santa Clara se puede articular al rafting en el tramo Oritoguaz- La Guaira, con visitas a los templos de Naranjal, San Calixto en Timaná y por supuesto a los parques arqueológicos de San Agustín-Isnos. La Caja de Agua al Rafting en el Río Páez, la visita a los templos San Rosa de Lima, Virgen de Las Mercedes en Nátaga y al Parque Arqueológico de Tierradentro. La Cueva del Tigre, se puede articular al parque temático Playa Juncal, el balsaje en el Río Magdalena y la náutica en el embalse de Betania. La Cueva del Fraile bien se puede articular al Camino Real de Buenos Aires, la visita a la Gruta de Santa Rosalía y al Parque Extremo Los Lagos de Comfamiliar.
¿Qué ha pasado del 2005 a hoy?
La implementación del espeleoturismo en el Huila suponía la implementación de varias acciones: exploración y valoración; elaboración del plan de manejo y determinación de la capacidad de carga para cada una de las cuevas; formación del talento humano especializado en espeleología en cada uno de los municipios del entorno de las cuevas; comercialización y promoción turística de los paquetes que se elaboren para cada una de las cuevas. De las cuatro acciones se cumplió la primera, que como ya se ha dicho, la realizo el ecólogo Luis Gabriel Sánchez Ramírez y las tres restantes son tareas aun por cumplir. Hoy se observa que la actividad se continúa ofertando en las mismas condiciones preexistentes al 2005, con mínimo registro de operación en la Caja de Agua y la Cueva del Tigre, mientras que en el Fraile y Santa Clara la actividad resulta imperceptible.
La Caja de Agua que según las autoridades locales es visitada por 2.400 aventureros/año, que pagan precios que oscilan entre los veinte y cinco mil y los cuarenta mil pesos por un paquete que incluye además de la Guianza en la Cueva, una práctica de senderismo, el almuerzo y el equipo de explorador; aventureros que se encuentran muchas veces con residuos de alimentos y basuras que visitantes con poco sentido del respeto y conservación de estos recintos dejan su huella en senderos, salones y galerías de la Cueva, agravando la situación con la destrucción de las estalactitas, formaciones naturales que tardan cientos de años para extasiarnos con su bello cuerpo. La situación en el Cueva del Tigre no es diferente, allí el conflicto inicia desde la accesibilidad, pues de manera arbitraria algunos operadores quieren acceder al sitio donde está ubicada sin contar con el consentimiento del propietario del terreno, o por lo menos, negociar con él, el derecho a entrar a disfrutar de tan espectacular paisaje.
La tarea
Ocho años de reposo, son un tiempo suficiente para que las autoridades del turismo en el departamento y los municipios, así como la autoridad ambiental, reinicien el cumplimiento de las tareas pendientes: elaboración de los planes de manejo y determinación de la capacidad de carga; la comercialización y promoción turística de estos recintos naturales, así como concertar con el Sena y las universidades con programas de ingeniería ambiental y turismo la formación del talento humano especializado en espeleoturismo.
Se espera que la espeleología contribuya a la consolidación de productos turísticos de aventura que actualmente ofertan los operadores turísticos del Huila; que aporte 12.000 turistas/año, que pernocten al menos dos noches en el destino; en materia de gasto, vale recordar que la espeleología es una actividad especializada, razón por la cual, quienes la practican están dispuestos, según la tendencia de la Organización Mundial del Turismo a pagar un poco más por información igualmente especializada, estimando el gasto en ciento cincuenta mil pesos turista/día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario