Albeiro Castro Yépez – Consultor en Turismo
Lunes, 15 de Julio de 2013 05:46
Comunidad, empresarios prestadores de servicios turísticos y administración municipal han trabajado en los últimos trece años en la conformación de Garzón como destino turístico, inicialmente soportado en el patrimonio religioso, luego en el desarrollo rural y hoy, la expectativa se centra en las actividades náuticas que tendrán como privilegiado escenario el embalse El Quimbo.
Corrían las calendas del año 2007 cuando los garzoneños diseñaron el producto turístico “Garzón es el Alma del Huila, Comunión del Espíritu con la Naturaleza”, producto que integro dos importantes componentes: las tradiciones religiosas que le significaron el reconocimiento como “Capital Diocesana del Huila” y el desarrollo de alojamientos rurales en las fincas cafeteras.
Los aspectos religiosos se plasmaron en un recorrido urbano que inicia en el Parque Central con la narración de la historia local, visitando la Catedral de San Miguel, la Casa Diocesana, el Molino como un patrimonio histórico y arquitectónico que en su momento impulso el desarrollo industrial de Garzón, los templos El Rosario, San José, el Seminario y el claustro de las Clarisas, recorrido debidamente guionado y elocuentemente narrado por Mariano Ospina.
El recorrido por la zona rural, incluye la visita a las fincas La Primavera, Las Mercedes, Lusitania, Villa Consuelo, Rancho Grande, Viejo Mou y Lusitania para concluir en Villa Daniela, finca en la se reconocen actividades productivas en torno a la porcicultura, piscicultura, Caficultura, el entable panelero y el recorrido por un sendero ecoturistico que se desarrolla al interior del guadual, una experiencia rica en conocimiento, paisaje y recreación.
Al día siguiente la visita obligada es La Jagua, no se puede ir a Garzón sin visitar La Jagua, un verdadero relicto de patrimonio arquitectónico, bello y conscientemente conservado, además de su acervo histórico y esotérico, las leyendas de las brujas le da un toque bucólico que pone a volar la imaginación, por supuesto que se debe aprovechar el periplo para navegar por el Magdalena desde Tarquí hasta el puerto de La Jagua.
La Prospectiva Turística de Garzón
El Plan Sectorial de Turismo elaborado en el año 2009 determino que el Índice de Ocupación Hotelera se situaba en el 38% con referencia a las quinientas camas instaladas y proyectó para el año 2020 captar doscientos mil turistas/año con una estancia promedio de dos noches y un gasto de ciento cincuenta mil pesos turista/día.
Si los garzoneños toman la decisión de desarrollar los deportes náuticos en el embalse El Quimbo podrán incrementar en cien mil el número de turistas/año; vale decir que le han apostado al desarrollo de La Jagua como el proyecto estratégico que les permitirá ordenar la náutica, recuperar la tradición oral, potencializar la artesanía con base en los tejidos en fibra de fique, este proyecto es un buen síntoma, pues se infiere, que se desea aprovechar el escenario de El Quimbo para garantizar el desarrollo turístico de la región.
Otros proyectos que apuntan al logro de los objetivos propuestos, son la constitución de una zona franca agroindustrial soportada en la producción de cafés especiales, pescado y frutas; la logística de transporte se apoya en el aprovechamiento del aeropuerto de La Jagua que si bien hoy está habilitado para operaciones militares, se puede aprovechar para la movilización de carga y la operación de vuelos chárter de carácter turístico.
Las expresiones lúdicas
Visitar Garzón implica además de realizar los recorridos perfilados, participar en las alegres verbenas en torno a un pichinche. El pichinche es una agrupación musical que se conforma de manera espontánea con instrumentos improvisados en la que se involucran todos los participantes, por supuesto, es una explosión de alegría donde música y danza se funden en un solo elemento.
El Arroz Tapado se convierte en el manjar que reúne la familia en los eventos sociales y familiares, el típico platillo ya se expende en los restaurantes locales y sin lugar a dudas en La Floresta además de su exquisitez se presenta a la mesa bellamente decorado.
La educación turística
La educación se ha convertido en una receta mágica para los municipios con vocación turística, Garzón no es la excepción, las potencialidades que presenta en náutica, rural, eventos exigen formar el talento humano en los diferentes eslabones de la cadena de formación académica, esto es, desde la básica primaria hasta la educación superior, la sumatoria le permitirá consolidar su cultura turística.
Se infiere entonces la necesidad de incorporar al primer eslabón el programa Colegios Amigos del Turismo; a la media técnica sin lugar a dudas los deportes náuticos, aventura, organización de eventos, cocina y servicios de alojamiento, en el nivel tecnológico el tema es la Guianza, en la profesional lo es, la administración turística que le posibilite desarrollar procesos de planeación turística, gestión pública del turismo y marketing turístico.
Garzón ciudad región
El estar ubicado estratégicamente en el centro del departamento le permite a Garzón actuar como un articulador vial con otros importantes destinos turísticos al sur, occidente y norte del Huila, al sur con la zona arqueológicas de San Agustín-Isnos, Pitalito y Parque Nacional Natural Cueva de Los Guacharos; al occidente con el Parque Arqueológico de Tierradentro, el Santuario Mariano Virgen de Las Mercedes, el río Páez y la Caja de Agua; al norte con Neiva, el Desierto de La Tatacoa, las fuentes termales de Rivera, los parques temáticos de Palermo y el embalse de Betania.
En suma, Garzón cuenta con un nutrido inventario de recursos turísticos que por fortuna tanto la administración municipal como los prestadores de servicios turísticos tienen claro como convertirlos en productos turísticos, como también se percibe que tienen claro el papel que juegan en la región y sus posibilidades para captar mercados al interior del país y en el ámbito mundial.