miércoles, 15 de agosto de 2012

RÍO MAGDALENA UNA APUESTA PARA LA COMPETITIVIDAD TURÍSTICA PARA EL HUILA


El río Magdalena desde la Conquista hasta hoy, ha jugado un importante papel en el desarrollo socioeconómico de los colombianos. Para los huilenses en particular representa la evolución de la hacienda ganadera, la agricultura mecanizada, la piscicultura en jaulas flotantes, y con tinte nostálgico,  el transporte de carga y pasajeros, así como el soporte para el acuatizaje  de los hidroaviones en Neiva.

 En los albores de la década pasada, aipunos, palermunos y neivanos, exploraron el río Magdalena con el propósito de valorar su capacidad técnica para la práctica de actividades de aventura y motonáutica. Ejemplo que pronto fue seguido por las comunidades del sur y del centro del departamento.
Surgió entonces el producto turístico “Vive la Aventura Yuma”, producto que fue presentado por el Gobernador Rodrigo Villalba Mosquera al gobierno nacional en agosto de 2006 y que posteriormente fue validado por el Viceministerio de Turismo.

Con el apalancamiento técnico y financiero de Hocol, el SENA y Fondo Emprender se crearon doce empresas prestadoras de servicios turísticos de carácter de aventura, tres en San Agustín, una en Yaguará, dos en Rivera, una en Tesalia, una en Paicol, una en La Argentina, una en Neiva y dos en Villavieja, empresas que hoy acusan dificultades financieras dada la estacionalidad de la demanda, situación a la que ha coadyuvado el precario apoyo institucional.
Por fortuna, los vientos soplan a favor de la recuperación de la navegación por el río Magdalena, así, se evidencia en los Planes Nacional y Departamental de Desarrollo, documentos en los que se ha plasmado la voluntad política y popular para rehabilitar el río Magdalena para transporte de carga, pasajeros y turismo.

El río Magdalena en el Huila es un escenario privilegiado para la práctica de actividades de aventura, pues es en el único sitio de Colombia donde se comporta como un río de montaña, pues nace a 3.400 msnm y desciende en 240 kilómetros a 460 msnm, creando condiciones excepcionales para la práctica del rafting, con una ventaja adicional, el río se conserva limpio.


En la parte alta, existen dos tramos para rafting, el primero y más emocionante entre el puente de Sombrerillos y Versalles, y el segundo entre el puente en Tarquí y la Jagua, el primero de nivel cuatro en la escala internacional de complejidad de uno a seis, y el segundo grado tres. En el valle de Neiva, esto es, entre la desembocadura de la quebrada La Boa y la desembocadura del río Patá, el rio es apto para el canotaje, la navegación recreativa, pues se considera el tramo como plano con una calificación de grado dos.

El río Magdalena por su condición de eje estructurarte del territorio huilense se articula al sistema de ciudades y a sus atractivos turísticos, así en San Agustín e Isnos a los Parques Arqueológicos, en Pitalito a la Cueva de Los Guacharos, en Garzón y Gigante a las fincas cafeteras; en Palermo a los parques temáticos de Playa Juncal, Huilafrica y Extremo Los Lagos, en Neiva a la oferta corporativa y en Villavieja al Desierto de La Tatacoa.

El programa “Huila destino turístico”, plasmado en el plan departamental de desarrollo “Haciendo el cambio”, perfila como política, integrar la navegación turística de los departamentos del Huila, Tolima y Cundinamarca, política que supone el rediseño del producto turístico “Vive la aventura Yuma” con un amplio portafolio de paquetes turísticos que combine actividades de navegación, aventura y motonáutica. Supone también, el desarrollo de la infraestructura básica para la operación cualificada, esto es, la construcción de puertos, embarcaderos, desembarcaderos y malecones.

Sin lugar a dudas, el trabajo que mayor esfuerzo demanda, está relacionado con la generación de demanda y la formación del talento humano. En materia de comercialización se debe complementar la estructuración de los paquetes turísticos con acciones que permitan colocarlo en los portafolios de las agencias de viajes de forma tal, que el flujo de usuarios se continuo y se rompa la estacionalidad reinante. En formación del talento humano, se requiere con urgencia formar navegantes, prestadores de servicios de alimentos y bebidas, operadores de deportes náuticos y de aventura, y con mayor énfasis apoyar a las instituciones educativas de la básica primaria y secundaria a incorporar en su PEI el deporte formativo con el desarrollo de actividades de natación, deportes náuticos y aventura.

Con el desarrollo de este producto el Huila podrá entrar  a competir en el mercado nacional con destinos ya posicionados como Santander, Quindío y Amazonas, mercados que en suma, se disputaran una torta estimada para el año 2020 en  1.6 millones de colombianos que estarían dispuestos a consumir productos de aventura, con una estancia promedio de dos noches y gasto promedio de $250.000 turista/día.

El reto esta plateado, el ambiente institucional es favorable, el mercado hoy está más decidido a consumir productos de aventura, el río Magdalena es un valor simbólico muy importante para los colombianos como “Río de la Patria”, navegar por el Magdalena crea estatus de poderío y aventura, tendencias propias de los jóvenes contemporáneos, se espera entonces que el Huila y los huilenses entremos en la apuesta de hacer del río Magdalena un producto turístico competitivo.

Para Neiva, la Apuesta está clara, se trabaja en la construcción del Parque Islas de Aventura, el Parque Ronda Río Las Ceibas, el puerto El Remolino en Fortalecillas, así como, la recuperación  ecoturistica del Malecón del Río Magdalena, la rehabilitación de los puertos El Caracolí y Las Damas y la implementación del sendero Malecón del Río como un ejercicio de formación de la cultura turística en la población estudiantil de la ciudad.

La competitividad turística del río Magdalena dependerá de la sinergia que se cree entre el sector público, entendido este como, las administraciones departamental, las municipales, la CAM y Cormagdalena con el sector privado, entendido como la cadena de producción del servicio turístico, agencias de viajes, operadores de aventura, transportadores, hoteleros, entre otros y por supuesto, la comunidad donde deberá concurrir además de las poblaciones ribereñas, los pescadores y canoeros que son los guardianes del Río.